A warm place
¡Bienvenidos a mi blog! En él podrán encontrar pensamientos y algunas aventuras así como una constante actualización de mi trabajo como narrador del audiovisual.
sábado, 6 de febrero de 2010
jueves, 24 de diciembre de 2009
El Segundo Renacimiento: Análisis semiótico.
¿Qué es el cine sino una mentira que encubre una verdad? ¿Y qué es la verdad sino una adecuación del pensamiento con la realidad? El Segundo Renacimiento (Parte I) (Maeda, 2003), cinta de animación escrita por los hermanos Wachowski y perteneciente a la colección de historias titulado “The Animatrix”(Wachowski, 2003), busca explicarnos a través del formato de cortometraje la historia detrás de que detona los acontecimientos presenciados en las cintas pertenecientes a la trilogía de películas” The Matrix” (Wachowski, 1999). La idea de la saga es ya bien conocida: La realidad que conocemos es una ilusión creada por máquinas del futuro. Una realidad que es necesaria para mantener en funcionamiento a los seres humanos quienes no son para las máquinas sino baterías orgánicas desechables. El hombre, no es más que un instrumento. ¿Cómo se llegó a ese punto? ¿Cuál es el origen de las máquinas? Es lo que “El Segundo Renacimiento (parte I) busca resolver. Sin embargo, no es un análisis argumental el que habremos de desarrollar a través de estas páginas, sino uno semiótico que intenta desenmascarar el verdadero mensaje detrás de la narración. El mito detrás de la historia en donde las máquinas son puestas como seres inocentes, víctimas de la envidia y avaricia humana. Y para ello, haremos uso de las teorías Gestalt, la generación de la constelación de atributos armada por Abraham Morris y los niveles de análisis del texto visual de Lorenzo Vilches (1984).
Para comenzar hemos de definir nuestra estructura comenzando desde lo más fundamental hasta lo más complejo. Este primer nivel de producción material, estará conformado por un primer “vistazo” de la cinta: los colores y formas que desfilan ante nuestros ojos como primeros indicadores de un elaborado código visual lleno de un intuitivo significado.
“El Segundo Renacimiento (Parte I)” Mantiene una viva paleta de colores, cuyas constantes son las tonalidades de grises mezcladas con tonalidades cálidas como el naranja y rosa. El azul es un color que también se encuentra presente en diversas tonalidades. El verde, por su parte, se hace presente en las escenas más violentas de la cinta.
Las formas de los dibujos, es también una cuestión a destacar, pues las formas que predominan en la narración son tanto el círculo como el cuadrado. Los contornos son suaves y definidos, sólo formando las siluetas de los personajes y los elementos internos de su ilustración que nos ayudan a comprender sus formas y movimiento. Plastas sólidas de color son usadas con un nulo difuminado. Sólo los fondos son coloreados bajo ésta técnica, permitiendo destacar a los personajes a través de su diferenciación de estilo respecto a su entorno.
En lo que concierne a los niveles diferenciales de la imagen, las formas comienzan a tener un sentido y un significado a través de una sintaxis visual. Y es aquí donde resulta pertinente hacer una distinción de personajes que, a través de la narración resultan polarizados en dos diferentes puntos de vista: la humana y la mecánica. Mientras que los humanos y su mundo resultan visualizados con formas rectas y cuadradas (estables), el mundo de las máquinas es articulado a través de formas circulares suaves (cálidas, con una sensación de movimiento). Sólo el personaje Robot Asesino, es mostrado con formas triangulares que denotan conflicto.
Respecto a las secuencias de escenas, cabe destacar la construcción de éstas en cuestión de estética. Mientras que en el primer acto de la historia (cuyo giro es el asesinato cometido por una máquina) predominan las formas cuadradas, en el segundo acto (el conflicto con las máquinas) será articulado a través de puestas en cuadro triangulares.
Hasta este punto, la exposición consciente de las formas y colores dominantes en las imágenes que articulan la historia, nos da una serie de indicios hacia la dirección que ésta toma y, hasta cierto grado, el punto de vista de los autores respecto a su mundo y personajes. Sin embargo, con todo esto, no es posible sacar conclusión alguna sino es en la continuación de este viaje a través de los niveles presentes en texto visual. El siguiente nivel, conocido como “sintagmático” da un mayor sentido en la articulación de las imágenes con la historia que es narrada, pues en lo que concierne a la expresión de los personajes, son las máquinas las que se mantienen siempre como un constante punto de fuga. Toda la construcción espacial de la cinta está en función de centrar la historia en ellas como protagonistas. Nivel de discurso que es reforzado a través de los bloques sintagmáticos con función textual: la historia es descompuesta en dos puntos de vista, que en realidad articulan sólo uno: el de los autores hablando sobre las máquinas. Los tres actos de la historia mantienen una unidad, pues mientras el primer giro argumental es detonado por un asesinado efectuado por una máquina, el segundo será llevado por los humanos hacia las máquinas. La historia es “redonda” en términos argumentales (incluso en términos gestálicos: la historia obedece la ley del cerramiento), y los puntos de vista mostrados a través de la narración son funcionales en tanto que hacen avanzar la historia hacia su resolución y, a través de ella la puesta en escena de las ideas de los autores respecto a su obra. Cabe destacar en este punto que las máquinas mantienen una postura de víctimas. Son los “buenos de la historia”: sus formas redondas y amables lo confirman y, en contraposición, el ser humano es el villano de la historia.
Situación que nos lleva a dar un salto hacia el quinto nivel del discurso textual: Los niveles intertextuales. Es en este nivel donde todo lo anteriormente expuesto se articula en un todo significativo. Y para comenzar con el análisis de este apartado, hemos de concluir con naturalidad que, todos los elementos visuales no son más que significantes que, en la articulación con su significado nos elaboran un signo que en un momento determinado podremos elevar a la calidad de mito. Tanto los colores, como las formas nos hablan de algo más que sí mismos: el conflicto humano- máquina, que en realidad no es más que el conflicto del humano contra sí mismo, puesto que las máquinas son obras de sí mismo. No es una historia de libertad, opresión o de derechos, sino un cuestionamiento respecto a una creciente deshumanización. Las maquinas necesariamente tienen que ser las víctimas en esta historia pues no son sino objetos que resienten las consecuencias de las caóticas emociones humanas (por ello sus formas tan suaves, e inofensivas). Las máquinas representan esa otredad de la que tanto hablan los filósofos, el Zombie mental que luce como un humano, se comporta como uno pero no piensa ni siente como tal. Y lo que se concluye, al menos en esta primera parte de “El Segundo Renacimiento” es que el daño que el hombre hace, se lo hace así mismo. Sus propias obras son reflejo de sí mismo. Por ello es tan importante el papel de Neo en las demás cintas de acción real en formato de largometraje: lo que se restablece es la humanidad del hombre frente a su obra.
Bibliografía:
The Animatrix: The Second Reinassance. Recopilado de http://www.intothematrix.com/ 7 de diciembre de 2009.
The Animatrix: The Second Reinassance. Recopilado de http://www.imdb.com/title/tt0366179/ 7 de diciembre de 2009.
Para comenzar hemos de definir nuestra estructura comenzando desde lo más fundamental hasta lo más complejo. Este primer nivel de producción material, estará conformado por un primer “vistazo” de la cinta: los colores y formas que desfilan ante nuestros ojos como primeros indicadores de un elaborado código visual lleno de un intuitivo significado.
“El Segundo Renacimiento (Parte I)” Mantiene una viva paleta de colores, cuyas constantes son las tonalidades de grises mezcladas con tonalidades cálidas como el naranja y rosa. El azul es un color que también se encuentra presente en diversas tonalidades. El verde, por su parte, se hace presente en las escenas más violentas de la cinta.
Las formas de los dibujos, es también una cuestión a destacar, pues las formas que predominan en la narración son tanto el círculo como el cuadrado. Los contornos son suaves y definidos, sólo formando las siluetas de los personajes y los elementos internos de su ilustración que nos ayudan a comprender sus formas y movimiento. Plastas sólidas de color son usadas con un nulo difuminado. Sólo los fondos son coloreados bajo ésta técnica, permitiendo destacar a los personajes a través de su diferenciación de estilo respecto a su entorno.
En lo que concierne a los niveles diferenciales de la imagen, las formas comienzan a tener un sentido y un significado a través de una sintaxis visual. Y es aquí donde resulta pertinente hacer una distinción de personajes que, a través de la narración resultan polarizados en dos diferentes puntos de vista: la humana y la mecánica. Mientras que los humanos y su mundo resultan visualizados con formas rectas y cuadradas (estables), el mundo de las máquinas es articulado a través de formas circulares suaves (cálidas, con una sensación de movimiento). Sólo el personaje Robot Asesino, es mostrado con formas triangulares que denotan conflicto.
Respecto a las secuencias de escenas, cabe destacar la construcción de éstas en cuestión de estética. Mientras que en el primer acto de la historia (cuyo giro es el asesinato cometido por una máquina) predominan las formas cuadradas, en el segundo acto (el conflicto con las máquinas) será articulado a través de puestas en cuadro triangulares.
Hasta este punto, la exposición consciente de las formas y colores dominantes en las imágenes que articulan la historia, nos da una serie de indicios hacia la dirección que ésta toma y, hasta cierto grado, el punto de vista de los autores respecto a su mundo y personajes. Sin embargo, con todo esto, no es posible sacar conclusión alguna sino es en la continuación de este viaje a través de los niveles presentes en texto visual. El siguiente nivel, conocido como “sintagmático” da un mayor sentido en la articulación de las imágenes con la historia que es narrada, pues en lo que concierne a la expresión de los personajes, son las máquinas las que se mantienen siempre como un constante punto de fuga. Toda la construcción espacial de la cinta está en función de centrar la historia en ellas como protagonistas. Nivel de discurso que es reforzado a través de los bloques sintagmáticos con función textual: la historia es descompuesta en dos puntos de vista, que en realidad articulan sólo uno: el de los autores hablando sobre las máquinas. Los tres actos de la historia mantienen una unidad, pues mientras el primer giro argumental es detonado por un asesinado efectuado por una máquina, el segundo será llevado por los humanos hacia las máquinas. La historia es “redonda” en términos argumentales (incluso en términos gestálicos: la historia obedece la ley del cerramiento), y los puntos de vista mostrados a través de la narración son funcionales en tanto que hacen avanzar la historia hacia su resolución y, a través de ella la puesta en escena de las ideas de los autores respecto a su obra. Cabe destacar en este punto que las máquinas mantienen una postura de víctimas. Son los “buenos de la historia”: sus formas redondas y amables lo confirman y, en contraposición, el ser humano es el villano de la historia.
Situación que nos lleva a dar un salto hacia el quinto nivel del discurso textual: Los niveles intertextuales. Es en este nivel donde todo lo anteriormente expuesto se articula en un todo significativo. Y para comenzar con el análisis de este apartado, hemos de concluir con naturalidad que, todos los elementos visuales no son más que significantes que, en la articulación con su significado nos elaboran un signo que en un momento determinado podremos elevar a la calidad de mito. Tanto los colores, como las formas nos hablan de algo más que sí mismos: el conflicto humano- máquina, que en realidad no es más que el conflicto del humano contra sí mismo, puesto que las máquinas son obras de sí mismo. No es una historia de libertad, opresión o de derechos, sino un cuestionamiento respecto a una creciente deshumanización. Las maquinas necesariamente tienen que ser las víctimas en esta historia pues no son sino objetos que resienten las consecuencias de las caóticas emociones humanas (por ello sus formas tan suaves, e inofensivas). Las máquinas representan esa otredad de la que tanto hablan los filósofos, el Zombie mental que luce como un humano, se comporta como uno pero no piensa ni siente como tal. Y lo que se concluye, al menos en esta primera parte de “El Segundo Renacimiento” es que el daño que el hombre hace, se lo hace así mismo. Sus propias obras son reflejo de sí mismo. Por ello es tan importante el papel de Neo en las demás cintas de acción real en formato de largometraje: lo que se restablece es la humanidad del hombre frente a su obra.
Bibliografía:
The Animatrix: The Second Reinassance. Recopilado de http://www.intothematrix.com/ 7 de diciembre de 2009.
The Animatrix: The Second Reinassance. Recopilado de http://www.imdb.com/title/tt0366179/ 7 de diciembre de 2009.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Noche oscura del alma
El arte de David Lynch
Conmovedor es la palabra que, en mi consideración, mejor podría describir el arte de David Lynch. ¿Y cuál es el arte de David Lynch? La putrefacción, la violencia, la familia y el horror de una existencia torturada por la mente. Pero esto, es sólo la apariencia, haciendo de su arte un asunto difícil de digerir. Su narrativa rara vez es lineal así como sus contenidos, llevándonos como espectadores a la experimentación del misterio cinematográfico. Sólo basta con observar sus cintas: éstas están llenas de historias duras. El asesinato y la monstruosidad desfilan por doquier. Pero esto, no es más que el instrumento del que Lynch hace uso para hablar de algo más sublime que el arte mismo: el amor y la irracionalidad de una existencia carente de éste.
Para ello, Lynch nos transporta a mundos internos y a historias contadas desde los puntos de vistas de quienes experimentan la carencia de amor a través de la violencia. En sus primeras cintas, desde la perspectiva de las víctimas, en las siguientes, desde la experiencia de los victimarios. Ya sea con un Ereaserhead donde el protagonista es torturado por un hijo impuesto mecánicamente por una entidad oscura y ajena al mundo, o un Lost Highway, donde el personaje principal escapa de la realidad creándose una segunda personalidad que rehúye del asesinato que él mismo perpetuó hacia su esposa. Lynch no cesa de preguntarse sobre lo que ocurre en el interior del ser humano que lo lleva a atentar contra otros y contra sí. Y es cierto, las cintas de este artista no tratan sólo situaciones o sólo de personajes, sino de personajes en situaciones. Para Lynch personaje no es sólo acción, sino también situación, pues es a través de su contexto donde explora ya no al personaje en sí, sino todo un tema e incluso al espectador mismo. Tal es el caso de las brillantes historias desarrolladas en las cintas Blue Velvet y Mulholland Drive, en donde, a través de toda una serie de imágenes de violencia, vouyerismo y clichés hollywoodenses, el artista nos plantea la posible existencia de una hipócrita felicidad que sólo cubre la oscuridad interna del ser, así como la inutilidad del escape de la realidad misma a través de invención de otra versión de la verdad en donde, el control absoluto de la vida, no es más que una tortuosa ilusión que lleva al fracaso existencial.
Con todo esto, es que me atrevo de catalogar el arte de David Lynch como conmovedor: debido a sus esfuerzos por explorar lo más oscuro del ser humano y mostrárnoslo no ya digerido, sino en la invitación de sumergirnos también y sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que significa el vivir presos de nuestra más oscura noche del alma.
Conmovedor es la palabra que, en mi consideración, mejor podría describir el arte de David Lynch. ¿Y cuál es el arte de David Lynch? La putrefacción, la violencia, la familia y el horror de una existencia torturada por la mente. Pero esto, es sólo la apariencia, haciendo de su arte un asunto difícil de digerir. Su narrativa rara vez es lineal así como sus contenidos, llevándonos como espectadores a la experimentación del misterio cinematográfico. Sólo basta con observar sus cintas: éstas están llenas de historias duras. El asesinato y la monstruosidad desfilan por doquier. Pero esto, no es más que el instrumento del que Lynch hace uso para hablar de algo más sublime que el arte mismo: el amor y la irracionalidad de una existencia carente de éste.
Para ello, Lynch nos transporta a mundos internos y a historias contadas desde los puntos de vistas de quienes experimentan la carencia de amor a través de la violencia. En sus primeras cintas, desde la perspectiva de las víctimas, en las siguientes, desde la experiencia de los victimarios. Ya sea con un Ereaserhead donde el protagonista es torturado por un hijo impuesto mecánicamente por una entidad oscura y ajena al mundo, o un Lost Highway, donde el personaje principal escapa de la realidad creándose una segunda personalidad que rehúye del asesinato que él mismo perpetuó hacia su esposa. Lynch no cesa de preguntarse sobre lo que ocurre en el interior del ser humano que lo lleva a atentar contra otros y contra sí. Y es cierto, las cintas de este artista no tratan sólo situaciones o sólo de personajes, sino de personajes en situaciones. Para Lynch personaje no es sólo acción, sino también situación, pues es a través de su contexto donde explora ya no al personaje en sí, sino todo un tema e incluso al espectador mismo. Tal es el caso de las brillantes historias desarrolladas en las cintas Blue Velvet y Mulholland Drive, en donde, a través de toda una serie de imágenes de violencia, vouyerismo y clichés hollywoodenses, el artista nos plantea la posible existencia de una hipócrita felicidad que sólo cubre la oscuridad interna del ser, así como la inutilidad del escape de la realidad misma a través de invención de otra versión de la verdad en donde, el control absoluto de la vida, no es más que una tortuosa ilusión que lleva al fracaso existencial.
Con todo esto, es que me atrevo de catalogar el arte de David Lynch como conmovedor: debido a sus esfuerzos por explorar lo más oscuro del ser humano y mostrárnoslo no ya digerido, sino en la invitación de sumergirnos también y sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que significa el vivir presos de nuestra más oscura noche del alma.
viernes, 26 de junio de 2009
Trent Reznor Waving Good Bye
It's been an interesting experiment over the last couple of years or so. Faced with leaving the infrastructure of traditional record labels and figuring out what the right thing to do is in this new world - I found myself realizing that for me to have any concept of how to interact with the community and know what they might want / what they find appropriate, I need to immerse myself in that world and live it for a while.
The reason no record label knows how to market anything to new media is they don't live there. They don't get it because they don't use it. What you've seen happen with the marketing and presentation of NIN over the last years is a direct result of living next to you, listening to you, consuming with you and interacting with you. Directly. There's no handlers or PR people here, it's me and my guys - that's it. There's no real plan, even - it's just trying to do the right thing that respects you the fan, the music, and me the artist. That's the goal - a mutual and shared respect.
When Twitter made it's way to my radar I looked at it as a curiosity, then started experimenting. I thought it through and in light of where I was / am in my career I decided to lower the curtain a bit and let you see more of my personality. I watched some of you get more engaged because you started to realize there's a person (flaws and all) back there, and I watched some of you recoil in horror because I'm not what you projected on me. All expected. I'm not as concerned about "breaking" your idea of NIN at this point. It is what it is and I am what I am. The relationship between artist and fan is changing if you haven't noticed, along with the way we consume and experience music and even communicate since the internet arrived.
The problem with really getting engaged in a community is getting through the clutter and noise. In a closed environment like nin.com a lot of this can be moderated away, or code can be implemented to make it more difficult for troublemakers to persist. It's tedious and feels like wasted energy doing that shit, but some people exist to ruin it for others - and they are the ones who have nothing better to do with their time. Example: on nin.com, there's 3-4 different people that each send me between 50 - 100 message per day of delusional, often threatening nonsense. We can delete them, but they just sign back up and start again. Yes, we are implementing several changes to address this, but the point is it quickly gets very old weeding through that stuff.
Back to Twitter. I approached that as a place to be less formal and more off-the-cuff, honest and "human". I was not expecting to broadcast details of my love life there, but it happened because I'm in love and it's all I think about and that's that. If this has bummed you out or destroyed what you've projected on me, fair enough - it's probably time for you to leave. You are right, I'm not the same person I was in 1994 (and I'm happy about that). Are you?
Looks like the Metal Sludge contingency has discover Twitter! Finally! For those of you that don't know what this is, please let me explain. Metal Sludge is the home of the absolutely worst people I've ever come across. It's populated mainly by unattractive plump females who publicly fantasize about having sex with guys in bands. Kind of like a role-playing game where people NOBODY will fuck make up stories about their incredible sexual encounters with people they WISH they could fuck. It would be kind of funny in a sad and pathetic way except the fun doesn't stop there - hate and good old-fashioned outright blatant racism are also encouraged to spice things up and remind you how truly ugly these scourges are. TRULY ugly on the inside (the outside is obvious).
Cutter's tip for my friends there: remember to cut along the length of vein, not across. Bigger payoff.
So when you see the new accounts that pop up daily on Twitter spewing exactly the kind of thing I just discussed, usually from picture-less creatively named profiles, spewing hate at Mariqueen and I, take a moment to visualize the sad couple people behind them.
A few years ago some people tuned me in to that world and when I figured out who these people were, I was amazed that I'd been seeing them in the front rows of the shows for months. I really don't understand what kind of "fan" spends that kind of time and money to travel across the country seeing a band, to then dedicate an incredible amount of time and energy into non-stop hate diatribes online. That one puzzles me a little.
Anyway, I'm bored on a long bus drive and there's no real moral to the story here, just writing. I will be tuning out of the social networking sites because at the end of the day it's now doing more harm than good in the bigger picture and the experiment seems to have yielded a result. Idiots rule.
I had thought a while ago about attempting to start a mainstream public forum that required real verification of it's participants for purposes of context. The idea was to have a place where you can actually discuss whatever and have some idea of who you're conversing with. For example, if we were discussing drumming techniques and you can see that someone participating in the discussion is a drum instructor vs. a 13 year old kid Googling answers, you'd have the proper context in which to have a potentially valid discussion. If we were discussing EDLC's heart condition and a real cardiologist speaks up, I'd value his opinion over, say FredFuckFaceWhateverHisLastFuckingNameIs's "opinion". Know what I mean? Anyway, we're in a world where the mainstream social networks want any and all people to boost user numbers for the big selloff and are not concerned with the quality of experience.
With all of that said, I have business in the real world to attend to including wrapping up the live version of NIN, DOING some cool new shit and spending as much time as possible with the most amazing woman in the world.
The reason no record label knows how to market anything to new media is they don't live there. They don't get it because they don't use it. What you've seen happen with the marketing and presentation of NIN over the last years is a direct result of living next to you, listening to you, consuming with you and interacting with you. Directly. There's no handlers or PR people here, it's me and my guys - that's it. There's no real plan, even - it's just trying to do the right thing that respects you the fan, the music, and me the artist. That's the goal - a mutual and shared respect.
When Twitter made it's way to my radar I looked at it as a curiosity, then started experimenting. I thought it through and in light of where I was / am in my career I decided to lower the curtain a bit and let you see more of my personality. I watched some of you get more engaged because you started to realize there's a person (flaws and all) back there, and I watched some of you recoil in horror because I'm not what you projected on me. All expected. I'm not as concerned about "breaking" your idea of NIN at this point. It is what it is and I am what I am. The relationship between artist and fan is changing if you haven't noticed, along with the way we consume and experience music and even communicate since the internet arrived.
The problem with really getting engaged in a community is getting through the clutter and noise. In a closed environment like nin.com a lot of this can be moderated away, or code can be implemented to make it more difficult for troublemakers to persist. It's tedious and feels like wasted energy doing that shit, but some people exist to ruin it for others - and they are the ones who have nothing better to do with their time. Example: on nin.com, there's 3-4 different people that each send me between 50 - 100 message per day of delusional, often threatening nonsense. We can delete them, but they just sign back up and start again. Yes, we are implementing several changes to address this, but the point is it quickly gets very old weeding through that stuff.
Back to Twitter. I approached that as a place to be less formal and more off-the-cuff, honest and "human". I was not expecting to broadcast details of my love life there, but it happened because I'm in love and it's all I think about and that's that. If this has bummed you out or destroyed what you've projected on me, fair enough - it's probably time for you to leave. You are right, I'm not the same person I was in 1994 (and I'm happy about that). Are you?
Looks like the Metal Sludge contingency has discover Twitter! Finally! For those of you that don't know what this is, please let me explain. Metal Sludge is the home of the absolutely worst people I've ever come across. It's populated mainly by unattractive plump females who publicly fantasize about having sex with guys in bands. Kind of like a role-playing game where people NOBODY will fuck make up stories about their incredible sexual encounters with people they WISH they could fuck. It would be kind of funny in a sad and pathetic way except the fun doesn't stop there - hate and good old-fashioned outright blatant racism are also encouraged to spice things up and remind you how truly ugly these scourges are. TRULY ugly on the inside (the outside is obvious).
Cutter's tip for my friends there: remember to cut along the length of vein, not across. Bigger payoff.
So when you see the new accounts that pop up daily on Twitter spewing exactly the kind of thing I just discussed, usually from picture-less creatively named profiles, spewing hate at Mariqueen and I, take a moment to visualize the sad couple people behind them.
A few years ago some people tuned me in to that world and when I figured out who these people were, I was amazed that I'd been seeing them in the front rows of the shows for months. I really don't understand what kind of "fan" spends that kind of time and money to travel across the country seeing a band, to then dedicate an incredible amount of time and energy into non-stop hate diatribes online. That one puzzles me a little.
Anyway, I'm bored on a long bus drive and there's no real moral to the story here, just writing. I will be tuning out of the social networking sites because at the end of the day it's now doing more harm than good in the bigger picture and the experiment seems to have yielded a result. Idiots rule.
I had thought a while ago about attempting to start a mainstream public forum that required real verification of it's participants for purposes of context. The idea was to have a place where you can actually discuss whatever and have some idea of who you're conversing with. For example, if we were discussing drumming techniques and you can see that someone participating in the discussion is a drum instructor vs. a 13 year old kid Googling answers, you'd have the proper context in which to have a potentially valid discussion. If we were discussing EDLC's heart condition and a real cardiologist speaks up, I'd value his opinion over, say FredFuckFaceWhateverHisLastFuckingNameIs's "opinion". Know what I mean? Anyway, we're in a world where the mainstream social networks want any and all people to boost user numbers for the big selloff and are not concerned with the quality of experience.
With all of that said, I have business in the real world to attend to including wrapping up the live version of NIN, DOING some cool new shit and spending as much time as possible with the most amazing woman in the world.
lunes, 25 de mayo de 2009
jueves, 30 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Another Morning
Nada completamente nuevo bajo el sol. Sólo hacer una comparación sobre cómo era yo hace un año por estas fechas (revisen el historial, y podrán encontrar algunos textos) y la persona que soy hoy en día. Me siento diferente, más calmado. Con los mismos problemas de siempre, pero en definitiva, con más paz dentro de mí para enfrentarlos.
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