Recordemos el pensamiento de Aristófanes en “El Banquete” de Platón, respecto al amor: en el principio la humanidad estaba unida entre sí corporalmente. Dos entes formaban un mismo ser y habían tres sexos. Aquél que era hombre-hombre, mujer- mujer y hombre- mujer. La humanidad hizo enfurecer a los dioses y estos causaron nuestra división, condenándonos a buscar nuestra otra mitad por toda la eternidad…
Quizá este bello discurso poético nos da también una respuesta al origen y el por qué de la filosofía. Pensemos en los símbolos: hombre- mujer contenidos en un mismo cuerpo y cambiémoslos por los siguientes: humano- naturaleza, o quizá humano- realidad. Desde que somos expulsados del paraíso del vientre materno (en donde somos uno con la madre: hombre- mujer, mujer- mujer como lo describe Aristófanes. En este caso la madre es la realidad) nos encontramos divididos, expuestos a una nueva existencia con la que no tenemos ningún vínculo aparente. Los dioses nos han dividido. Y nos condenan a encontrar de nuevo la unión, el completo entendimiento, la conciencia plena de esta nueva realidad…
Y ésta es quizá la función y la razón de existir de la filosofía: volver a vincularnos con la madre, que es la realidad.
Que es Dios.
Que es la vida.
1 comentario:
yo leí sobre eso también...que estaban los dioses en un banquete y de pronto no sé quién desafió a Zeus y luego éste se enfureció y lanzó un rayo que partió a los hombres en dos o algo así...es bonito, espero que sea verdad
XD
mi querer tú
Publicar un comentario